Tximista (Ordizia): Marzo 11, 2024

Damos comienzo al Ramadán, yendo por primera vez de sidrería en lunes al mediodía, y estrenando Ordizia y su sidrería Tximista.

Asistentes: Edu y Nesss

Previo

Vamos en el Cercanías que llega sólo 4 minutos tarde a Hernani Erdia. Tras una foto en la estación de Ordizia para rememorar cuando Edu encontró hace años 20€ nada más bajar del tren en la cercana Beasain, hacemos un poco de turismo tirando fotos en sitios emblemáticos del pueblo. También echamos unos tragos previos a la sidrería: en el Herriko tomamos unos pintxos muy ricos (habrá que volver, menuda barra de pintxos) con la latina simpática, y en el Leizea y Pías nos sacan sendas tapas de cortesía, algo que nos sorprende. Nos acompaña el típico día vasco de lluvias intermitentes.

Sidrería

De las pocas sidrerías que están en el mismo pueblo. Amplia por dentro, a la derecha de la entrada, los baños y, a la izquierda de la entrada, una sala aparte acristalada con aparatos para embotellar y tres kupelas metálicas, dos abiertas y una que chorreaba algo que no sabemos si era sidra o que, pero lo probamos de todas formas (sólo una vez, eso sí). Muchas mesas (incluso una negra) y bancos de madera a la derecha (con fotos y trofeos varios en la pared) y por la izquierda 5 kupelas de madera, 3 metálicas pequeñas (una abierta) y 2 grandes (ambas abiertas??). Al fondo, una barra a la derecha y la entrada a la cocina, atravesando la cual se llega a la zona de jardín donde tienen otras dos kupelas metálicas. Llegamos pasadas las 14:07. Sólo estaba preparada una mesa para dos, la nuestra. Había otra más larga que faltaba recoger (hay quien come en horario francés).

De comer, dos trozos de chorizo cocido (para nada txistorra), una tortilla de bakalao impresionantemente rica (parecía pequeña pero nunca hemos visto tanto bakalao en una tortilla, riquísima y buena ración), dos tacos hermosos de bakalao con pimiento verde y cebolla pochada (preciosas laskas que fotografía Edu en modo porn food, muy ricos, aunque la zona de las espinas demasiado salada en el caso del taco de Nesss; el de Edu, perfecto), un txuletón de brontosaurio que nada más llegar a la mesa hizo decir a Nesss que no pediríamos un segundo (al llevarlo por la mitad pedimos que recalentaran, porque íbamos a beber de vez en cuando y la cantidad de carne era enorme), de sabor y textura, impresionante, no bajaba el nivel de lo que nos iban sirviendo; y finalmente de postre, queso, dulce de manzana casero para untar (muy original y rico), y nueces bastante más fáciles de abrir que en otras sidrerías, por lo que no hubo que estigmatizarse las manos. Total, 38€ cada, que era lo que ponía en la pizarra en la puerta de entrada al local. Edu afirma sorprendido que nunca hemos visto ese nivelazo de calidad + cantidad de comida, en todos los platos, y a un precio que actualmente es el normal.

Al llegar, solamente estamos acompañados del dueño y su familia y un señor que leía el periódico en la mesa al fondo a la izquierda, aparentemente disfrutando del menu del día normal. La camarera rumana nos explica que podemos beber de las que tienen grifo, estén en la sala común o en la sala acristalada. Y le hicimos caso: bebimos de todas la kupelas con grifo múltiples veces, comprobando que cada kupela tiene sidra con sus matices. En un momento dado vinieron a comer una pareja ataviada de bomberos de El Salvador con un guía local, pero no vino nadie más.

Tanto la camarera como la cocinera nos preguntan que por qué no nos sentamos. La respuesta fue que somos de la vieja escuela, de cuando no había bancos. Tras leer en un bertso que hubo algún cambio en 2016 en la sidrería, preguntamos a la camarera si cambiaron de dueños o qué fue, y nos remitió al jefe, quien estaba comiendo con su hija menor. Nos explica que hicieron una reforma ese año, pero que siguen siendo los mismos, y que hay futuro (la hija deja claro que tiene hermanos mayores que espera que se hagan cargo de la sidrería antes que ella).

Les pedimos tras el bakalao que ya les avisaríamos para sacar la carne. La camarera, sorprendida por la petición, nos explica que necesita 7 minutos en hacerse por cada lado. Luego resultó que no tardamos mucho en pedir que empezaran a hacerla. Justo en el momento de sacarnos el txuletón, el jefe lanza un txooootx que hicimos en la parte del jardín. Se sorprende de que nadie se quejara por la lluvia, ya que él se estaba mojando mucho, y la razón era que estaba de lleno bajo la gotera que había en las (para nada impermeables) lonas que cubrian aquella zona. Edu hace un txotx de la gotera pero no acaba de degustar el trago.

Fuimos los últimos en salir, una vez más. Vimos los horarios de los trenes para volver a Hernani, y eso nos animó a salir de la sidrería hacia las 17:00, bastante satisfechos y con el morro caliente pues hubo incontables tragos.

Epílogo

Edu quiere pasar por el todo a 100 Rueda de Asia (!!) en el barrio La Florida, a ver si encuentra cubos de Rubik para la cercana RetroMañía 2024 (si, todo muy kafkiano...). Nesss indica que mejor bajarse del cercanias en la estación de Hernani, que pilla más cerca que desde la habitual estación Hernani Centro, la primera que encontraríamos en nuestro recorrido. Así lo hacen aunque Edu protesta numerosas veces por el camino. Tras comprobarlo a posteriori en Google Maps, Nesss tenía razón: desde la estación de Hernani son 9 minutos andando (650m) y desde Hernani Centro, 10 minutos (750m); pero si sumamos los 2 minutos necesarios para llegar en tren de Hernani Centro a Hernani, la segunda opcion sería la más corta en distancia pero no la más corta en tiempo. Algo a tener muy en cuenta la próxima vez que lleguemos de Ordizia en tren a Hernani y tengamos que pasar por la Rueda de Asia a buscar cubos de Rubik... aunque no sabemos si se da el caso. Total, que mientras Edu entra a la tienda a recorrer sus pasillos, Nesss prefiere tomarse un trago en el cercano bar Aldapa, experiencia que no debió ser muy agradable porque le monta luego un pollo a Edu desde la puerta del todo a 100 debido a una llamada perdida que no recordaba haber hecho (y es que las sidrerías a mediodía tienen mucho peligro, y esta fue de mucho beber). Edu entra bufando al Alcampo de al lado a comprar algo de pitanza, y de allí se separan, uno a echar la siesta (a las 18:30...), y otro de bares y rock'n'roll, aunque tarda una media hora en volver a casa para descansar y, tiempo mas tarde, dormir. Edu despierta de la siesta a las 22:30 y Nesss empalma con el día siguiente. Y es que hubo mucho desgaste.

Al día siguiente, nada más llegar a Zaragoza en tren, y tras pasar rápìdamente por casa para dejar la bolsa, Edu queda con Hilario para cenar unas madejas y longaniza en La Flor de la Sierra, dieta vegana perfecta para después de un finde de sidrerías.